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Declaración de los Copresidentes de la Coalición Mundial para la Prevención del VIH, 7 de julio de 2021

Los Copresidentes de la Coalición Mundial para la Prevención del VIH acogen con satisfacción la reciente adopción por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas de la Declaración Política sobre el VIH y el sida de 2021. Acogemos con especial satisfacción el compromiso de los Estados miembros de poner fin a las desigualdades como motor clave del VIH y el sida y de alcanzar nuevos y ambiciosos objetivos, entre los que se incluye llegar al 95% de las personas en riesgo de contraer el VIH con servicios de prevención combinada. Esperamos trabajar estrechamente con los miembros de la Coalición para poner en práctica estos compromisos y acelerar el tan necesario progreso en la prevención del VIH.

Elogiamos la necesaria priorización de la prevención combinada y el reconocimiento de que, si queremos reducir las nuevas infecciones por el VIH, debemos aplicar paquetes integrales de intervenciones, incluida la reducción de daños. Esto permitirá a los países satisfacer las diversas necesidades de las poblaciones clave y prioritarias en cada contexto epidémico, combinando intervenciones conductuales, biomédicas y estructurales basadas en los derechos humanos y fundamentadas en pruebas.

También acogemos con gran satisfacción los nuevos compromisos y los ambiciosos objetivos para apoyar el liderazgo comunitario y garantizar que una mayor proporción de los servicios relacionados con el VIH estén dirigidos por la comunidad, en particular los servicios para las adolescentes y las mujeres jóvenes y las poblaciones clave 1 y la ampliación de los programas de prevención para apoyar la consecución de los habilitadores sociales, 2 junto con el firme compromiso de defender políticamente y financiar plenamente una respuesta global e integrada al sida.

La nueva Declaración Política también hace referencia a cómo los países pueden proteger y construir sobre lo que ya hemos conseguido en la lucha para acabar con el sida, y cómo debemos utilizar la infraestructura, la resistencia y la innovación de la respuesta comunitaria al VIH, para reconstruir mejor desde COVID-19 y prepararnos para futuras pandemias.

Durante la Reunión de Alto Nivel, la Coalición Mundial para la Prevención del VIH destacó la urgente necesidad de liderazgo y pidió acciones decisivas para volver a encarrilar la prevención del VIH para 2025 con las siguientes recomendaciones clave:

1 Aumentar la proporción de servicios relacionados con el VIH prestados por las comunidades: 30% de los servicios de pruebas y tratamiento, centrándose en las pruebas del VIH, la vinculación al tratamiento, el apoyo a la adherencia y la retención, y la alfabetización sobre el tratamiento; 80% de los servicios de prevención del VIH para las poblaciones con alto riesgo de infección por el VIH, incluidas las mujeres dentro de esas poblaciones; 60% de los programas de apoyo a la consecución de los facilitadores sociales.

2 El 10-10-10 respaldó los objetivos para acabar con todas las desigualdades a las que se enfrentan las personas que viven con el VIH, las poblaciones clave y otras poblaciones prioritarias para 2025, reduciendo al 10% o menos la proporción de mujeres, niñas, personas que viven con el VIH, en riesgo de contraerlo y afectadas por él que experimentan desigualdades basadas en el género y violencia sexual y de género; países con marcos jurídicos y políticos restrictivos que conducen a la denegación o limitación del acceso a los servicios; personas que sufren estigmatización y discriminación.

- Demostrar el compromiso político con la prevención del VIH, traducido en la financiación y dotación adecuada de recursos a los programas de prevención del VIH, eliminando y abordando los obstáculos legales, estructurales y políticos que frenan un progreso más rápido, e invirtiendo en la dirección nacional y el apoyo a la coordinación para evitar que los programas de prevención se fragmenten en proyectos poco sistemáticos.

- Garantizar la priorización conjunta de las pandemias del VIH y del COVID-19 y proteger los servicios esenciales de prevención del VIH para las poblaciones prioritarias en medio de las restricciones del COVID-19. Con la crisis del COVID-19 requiriendo nuevos recursos, energía renovada y un liderazgo fuerte, es esencial asegurarse de que no se reducen los recursos para la prevención del VIH, ya que esto pondría en peligro los logros conseguidos hasta ahora.

- Reforzar la capacidad para gestionar y coordinar programas de prevención eficaces y sostenibles de propiedad nacional, reconociendo que los programas de prevención adecuados a su finalidad implican capacidades multisistémicas dentro de los sistemas de atención sanitaria universal y primaria y el aprovechamiento de los sistemas comunitarios.

- Garantizar que los países sean capaces de generar y utilizar datos adecuados y actualizados, así como de centrar las intervenciones de alto impacto en los lugares y poblaciones con mayor riesgo de infección por el VIH y de supervisar la cobertura y los resultados de los programas.

- Aprovechar los puntos fuertes de las organizaciones y redes dirigidas por la comunidad para prestar servicios centrados en las personas a escala, incluso mediante la contratación social, mediante una mejor recopilación de datos basados en la comunidad y mediante el seguimiento de las intervenciones de prevención.

- Reforzar los vínculos con otros programas sanitarios y de desarrollo social, como los de salud sexual y reproductiva, educación sexual integral, prevención de la violencia de género, atención prenatal, COVID-19, tuberculosis y hepatitis vírica.

La Coalición Mundial para la Prevención del VIH se embarcará ahora en el desarrollo de la Hoja de Ruta para la Prevención del VIH 2025 con el fin de traducir la Declaración Política en acciones cuantificables y desarrollar mecanismos de rendición de cuentas conjuntamente con los estados miembros y los socios para hacer un seguimiento de los avances en los objetivos marcados en la Declaración.

Reconocemos que la colaboración y el diálogo continuos entre los miembros de la Coalición y otras partes interesadas, encontrando las soluciones políticas necesarias para superar las barreras que impiden acelerar la prevención del VIH, serán vitales para alcanzar los nuevos objetivos.

Con 1,5 millones de personas que contraerán el VIH en 2020 -de las cuales el 62% se producirá entre las poblaciones clave y sus parejas sexuales- tenemos un importante trabajo por hacer. Con liderazgo a todos los niveles, la ampliación de leyes y políticas propicias y programas integrales de prevención del VIH basados en los derechos humanos y la igualdad de género y con las comunidades en el centro, creemos que podemos dar la vuelta a la epidemia del VIH y reducir las nuevas infecciones por el VIH a menos de 300.000 al año para 2025. Unámonos para cumplir los objetivos de la Declaración Política de 2021.

Sheila Tlou Mitchell Warren

Autor(es)
Sheila Tlou, Mitchell Warren, Coalición Mundial para la Prevención del VIH
Palabras clave
objetivos 95-95-95, 95-95-95, prevención combinada, reducción del daño, dirigido por la comunidad, poblaciones clave, adolescentes y mujeres jóvenes, AGYW, acabar con el sida