Este comentario recoge los retos que plantean en Kenia los toques de queda diarios y la pérdida de ingresos económicos como consecuencia de la pandemia de COVID-19, junto con los nuevos cambios en el trabajo sexual que aumentan la exposición potencial a la infección, la estigmatización, la violencia y diversos problemas de salud. También destaca las formas en que las comunidades y los programas han demostrado su ingenio para responder a esta perturbación sin precedentes con el fin de emerger sanos cuando el COVID-19, y las medidas para contenerlo, remitan.