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Las emergencias epidémicas anteriores, como los brotes de ébola, han provocado interrupciones en los servicios sanitarios esenciales, lo que ha tenido efectos negativos en la salud y el bienestar. Un estudio de modelización estima que las posibles interrupciones en los servicios relacionados con el VIH derivadas de la pandemia COVID-19 podrían provocar hasta 673.000 muertes adicionales relacionadas con el VIH en el África subsahariana para finales de 2021. El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) y sus socios de la Coalición Mundial para la Prevención del VIH han elaborado una serie de informes para orientar a los países sobre el mantenimiento de los servicios esenciales relacionados con el VIH y la salvaguarda de la salud de las personas vulnerables durante la pandemia COVID-19.