La Organización Mundial de la Salud, con el apoyo de socios mundiales, definió una vía para la evaluación de la seguridad y la eficacia de los dispositivos de circuncisión masculina, fijó criterios de prioridad y estableció un proceso para guiar el uso de dichos dispositivos en los programas de circuncisión médica masculina voluntaria (CMMV) financiados con fondos públicos para la prevención del VIH. Este artículo describe el desarrollo de la vía, los criterios y el proceso y cómo se utilizaron para evaluar y, en última instancia, precalificar los dispositivos PrePex y ShangRing. El artículo forma parte de un suplemento especial de la revista Journal of Acquired Immune Deficiency Syndromes acerca de los estudios sobre la introducción de los dos dispositivos.