El VIH sigue siendo una importante amenaza para la salud pública. Sin abordar los determinantes sociales, el statu quo persiste. Las adolescentes y las mujeres jóvenes de la región subsahariana, incluido Zimbabue, siguen teniendo pocas oportunidades de liderazgo en la respuesta al VIH. El lema del Día Mundial del Sida 2023 sirve para recordar que las comunidades deben liderar para que las intervenciones sean sostenibles. Es hora de cambiar la perspectiva sobre las niñas adolescentes y las mujeres jóvenes: de meras usuarias de servicios a proveedoras de servicios capaces. Según la Estrategia Mundial contra el Sida 2021-2026, las organizaciones dirigidas por la comunidad, especialmente las dirigidas por mujeres, deberían prestar el 80% de los servicios relacionados.

En Zimbabue, las niñas adolescentes y las mujeres jóvenes operan en un contexto en el que persisten la desigualdad de género y las disparidades económicas. Estos factores influyen significativamente en su capacidad para asumir un papel de liderazgo en la respuesta al VIH. Abordar la desigualdad de género y promover las oportunidades económicas son pasos esenciales para empoderar a las niñas adolescentes y las mujeres jóvenes. Además, a nivel individual, muchas niñas adolescentes y mujeres jóvenes carecen de autonomía para tomar decisiones sobre su propia salud sexual y reproductiva. Reconociendo que el liderazgo comienza con el autoconocimiento y el autoempoderamiento, las niñas adolescentes y las mujeres jóvenes deben aprender primero a liderarse a sí mismas de forma eficaz.

La falta de tutoría y de modelos de conducta que guíen y apoyen en las funciones de liderazgo y defensa del VIH, así como el acceso limitado a la información y a los recursos es un reto al que nos enfrentamos como AGYW en el espacio del VIH Las AGYW están preparadas para liderar, pero se requiere intencionalidad y dedicación de recursos para garantizar que las comunidades de AGYW están liderando' dice Tendai Kunyelesa ,Defensora de la Prevención del VIH de 24 años y Cofundadora de DAWA.

Desafíos a los que se enfrentan las AGYW:

1. Estigma y discriminación:
   • Las niñas adolescentes y las mujeres jóvenes que viven con el VIH se enfrentan a un estigma muy arraigado que conduce al aislamiento y la marginación. Esto dificulta su confianza y su capacidad para ocupar puestos de liderazgo.
2. Acceso limitado a la educación y a los recursos:
   • Las desventajas económicas restringen las oportunidades educativas de las jóvenes que viven con el VIH, limitando su acceso a los conocimientos y habilidades necesarios para desempeñar funciones de liderazgo.
3. Barreras mentales:
   • El estigma interiorizado, las dudas sobre sí mismas y el miedo a revelar su estado serológico actúan como importantes barreras mentales para las mujeres jóvenes que viven con el VIH. Estas cargas psicológicas dificultan su capacidad para hacerse valer y participar en espacios de liderazgo.
4. Falta de representación:
   • La ausencia de modelos y mentores visibles que compartan experiencias similares agrava aún más los retos a los que se enfrentan estas mujeres. La falta de representación perpetúa la noción de que los espacios de liderazgo no están hechos para ellas.

Barreras comunitarias:

1. Normas patriarcales:
   • Los roles tradicionales de género y las normas sociales limitan la participación de las AGYW en los espacios de toma de decisiones. A menudo no se escuchan sus voces y se infravaloran sus contribuciones.
2. Sistemas de apoyo limitados:
   • La ausencia de sistemas de apoyo integrales dentro de las familias y las comunidades hace que las niñas adolescentes y las mujeres jóvenes se sientan sin apoyo y excluidas de las oportunidades de liderazgo. La falta de mentores agrava este problema.

Soluciones para una participación significativa:

1. Defensa y sensibilización:
   • La sensibilización sobre los derechos y las capacidades de las niñas adolescentes y las mujeres jóvenes en Zimbabue es crucial. Las campañas específicas, los talleres y los programas de educación inclusiva pueden desafiar el estigma y promover el empoderamiento.
2. Acceso a la educación y a los recursos:
   • Garantizar la igualdad de acceso a la educación, la formación profesional y las oportunidades económicas capacita a las niñas adolescentes y las mujeres jóvenes para superar las barreras económicas y adquirir las aptitudes necesarias para desempeñar funciones de liderazgo. La voluntad política y el compromiso financiero son esenciales para abordar esta cuestión estructural.
3. Tutoría y creación de redes:
   • El establecimiento de programas de tutoría que conecten a las niñas adolescentes y las mujeres jóvenes con líderes experimentadas proporciona orientación, apoyo e inspiración. Las oportunidades de trabajo en red generan confianza y fomentan las conexiones.
4. Cambios políticos e institucionales:
   • La aplicación de políticas que promuevan la igualdad de género, la inclusión y la representación en los órganos decisorios crea un entorno propicio para las niñas adolescentes y las mujeres jóvenes.